viernes, 22 de junio de 2012

On 6:27 by Feli Graph..(829) 650-6511 in ,    No comments
MIAMI -- Una imagen dice más que mil palabras.

Allí estaba LeBron James saltando como un niño pequeño en las laterales mientras el reloj expiraba; el confeti caía del techo del American Airlines Arena y lo que se veía era alegría en su estado más puro con el Miami Heat ya coronado campeón tras vencer 4-1 al Oklahoma City Thunder.

No había sonreído en todos los playoffs, pero se acababa de sacar el peso del mundo de sus hombros. Es hora de que los "haters" den un paso al costado.

Ya no hay más excusas.



"El año pasado jugué con mucho odio", enfatizó James, el merecido Jugador Más Valioso que se guardó el único triple doble de toda la temporada para el partido más importante. "Esta campaña jugué con pasión, humildad y amor al juego".

Ningún jugador en la historia de la NBA ha jugado bajo tanta presión como lo hizo James esta temporada. En una era mediática donde cada movimiento es analizado, LeBron fue crucificado por los medios como si hubiese cometido un crimen.

Es cierto que "La Decisión" fue una hora de mal gusto y que ha mostrado cierta inmadurez en algunos momentos. "Haber perdido el título el año pasado me puso en su lugar", sentenció un James que mostró una humildad y un enfoque renovado a lo largo de toda la campaña.

A pesar de todas las críticas dirigidas hacia su persona, es un hombre que nunca se ha metido en problemas y que siempre está ayudando a causas benéficas alrededor del país.

Nadie se merece las críticas desmedidas que él mereció, pero con estos playoffs sin igual, esperemos que los críticos se callen de una vez por todas.

"Tomé una decisión difícil al irme de Cleveland, pero sabía que teníamos un gran futuro en Miami", expresó James. "No me gustó que me dijeran egoísta, eso fue lo que más me dolió. Siempre he sido un jugador de equipo". De hecho, nunca he visto una superestrella de su magnitud que sea tan poco egoísta en la cancha. Tampoco vi a una estrella trabajar tanto para mejorar su juego en pleno auge.

Con un repertorio renovado en el poste bajo y mucho mejor movimiento sin pelota, James se transformó en una fuerza imparable.

Es el primer jugador en la historia en tener múltiples triples dobles en las Finales en su carrera desde que lo lograra Magic Johnson.

Se convirtió en apenas el tercer jugador en la historia en liderar a su equipo en puntos, rebotes y asistencias en unas Finales junto a Magic y Tim Duncan.

Rompió su récord personal en Finales con 13 asistencias, y es el primer JMV de temporada regular en los deportes profesionales en Estados Unidos en ganar el título desde el 2004.

Sinceramente no creo que haga falta agregar más.

A James se lo acusó de no saber cerrar partidos, y no hay dudas de que el año pasado desapareció en las Finales de la NBA.

Pero tampoco quedan dudas de que James es un jugador distinto al del año pasado.

Decidido a atacar la pintura en todo momento, se cargó a este equipo del Heat en sus hombros durante todos los playoffs.

Es cierto que no lo podría haber hecho sin Dwyane Wade, Chris Bosh ni los actores de reparto, que hoy estuvieron enormes.

Aunque mientras todos ellos se tomaban turnos para brillar, James fue la constante que siempre mantuvo el barco a flote.

Podríamos puntualizar el inolvidable partido que tuvo ante los Boston Celtics cuando su equipo más lo necesitaba, o el simple hecho de que promedió más de 30 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias.

Sin embargo, prefiero dejar de lado lo individual por un segundo, porque el Heat se convirtió en el primer equipo en la historia en ser campeón luego de ir perdiendo en tres series a lo largo de los playoffs.

Cada vez que tuvieron la espalda contra la pared, respondieron con creces.

Eso es responder ante la adversidad. Eso es apaciguar las críticas, que deberían permanecer calladas para siempre, aunque sé que no lo harán.

El Heat fue un equipo ampliamente superior en estas Finales, y un merecido campeón.

LeBron James fue el capitán del barco, y hoy finalmente después de nueve años, es un rey con corona.

"Hoy es el día más feliz de mi vida", concluyó James.

Hora de respirar LeBron, hora de disfrutar.

Hoy, nadie se lo merece más que tú.

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